Señor, que sepamos rezar por la paz con el corazón lleno de misericordia para poder llegar a las almas más cerradas y endurecidas porque no te conocen.
Entre golpismos, huracanes infernales, bombas de hidrógeno, atentados sangrantes, dolor, sufrimiento y lágrimas, aunque cueste, amo a nuestro enemigo. Mi mejor arma es la oración, es indestructible.
¡Oh Dios! que llenas los corazones de los fieles y enciendes en ellos el fuego de tu amor, haz que yo sepa iluminar para que otros vayan por los caminos de la fe y del amor.