Entradas

Mi alma vale lo que vale mi oración, Señor no te canses de enseñarme a orar.
Amado Padre del cielo infinito, ampáranos, el mal nos rodea y pretende robarnos la alegría. A tú voluntad de Amor total nos entregamos.
La Eucaristía nos fortalece. Hemos de situarla en  el centro de nuestra vida.
Que busquemos a Cristo, que encontremos a Cristo, que amemos a Cristo y sea nuestra centralidad.
Te pido Señor que me ayudes a entender el Evangelio, que me habla de Ti.
Fruto de la fe del divino maestro ardo es deseos de quererle más.
Tienen mucha paz los que siguen al Señor.