Quien salva es Jesucristo, Dios y hombre verdadero
Sucedió que en el municipio de Matera de la región de Basilicata del sur de Italia se cometió un crimen en el interior de una iglesia, al pie de una imagen de la Virgen María. En esta ocasión también la fiscal adjunta Señora Inma Tataranni resolvió el crimen no sin complicaciones. No solo pudo ordenar el cierre en prisión de los culpables del crimen, sino que también desmanteló el negocio de unas señoras embaucadoras que habían montado altares dedicados a la Virgen María en sus diversas advocaciones en el domicilio de una de ellas. El delito que se desenmascaró fue que la que dirigía el cotarro captaba mujeres y les decía que si rezaban allí muchos rosarios y le pagaban a ella un dinero o le dejaban sus posesiones en herencia se les perdonarían todos los pecados.
Esto es una estafa y un pecado
grave, pues no se puede utilizar la virtud de la Virgen María, Madre de Dios y
Madre nuestra con y para ningún uso salvífico y mucho menos dinerario. Es
decir, quien salva siempre y únicamente es Dios a través de Jesucristo que
instituyó los siete sacramentos, entre ellos la Confesión llamado también el de
la Reconciliación con Dios.
Tanto la Virgen Santísima como
los santos del cielo interceden ante Dios, hablan bien de nosotros, pero es
Dios quien salva, quien hace los milagros antes, ahora y en el futuro.
Los atributos de la Virgen
Santísima son muchos, ahí tenemos los dogmas sobre ella y las letanías del
santo rosario (oficial). Evidentemente contribuyó a la salvación de la
humanidad por su fiat, confió en Dios quien todo lo puede. Recordémoslo
siempre.
Un último detalle, en la oración
del Ave María no añadamos nada, por favor, tiene su texto oficial. Ella
es nuestra Madre en el sentido espiritual. Así que no podemos añadir a Dios te
salve María pariente mía, por ejemplo.
Fotografía Wikipedia
