Entrar en la paz interior, una buena lectura

 Leemos el Evangelio de san Juan 10,11-18 que dice

Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por sus ovejas. El asalariado, el que no es pastor y al que no le pertenecen las ovejas, ve venir el lobo, abandona las ovejas y huye —y el lobo las arrebata y las dispersa—, porque es asalariado y no le importan las ovejas. Yo soy el buen pastor, conozco las mías y las mías me conocen. Como el Padre me conoce a mí, así yo conozco al Padre, y doy mi vida por las ovejas. Tengo otras ovejas que no son de este redil, a ésas también es necesario que las traiga, y oirán mi voz y formarán un solo rebaño, con un solo pastor. Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida para tomarla de nuevo. Nadie me la quita, sino que yo la doy libremente. Tengo potestad para darla y tengo potestad para recuperarla. Éste es el mandato que he recibido de mi Padre.


También podemos leer el salmo 23, atribuido al rey David que reinó en Israel mil años antes de Cristo:

El Señor es mí pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el sendero justo, por el honor de su número. R/ Aunque camino por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tú vara y tu cayado me sosiegan.

 A veces sorprende que el Señor se tome como símil de Él mismo a un pastor y a nosotros como ovejas, pero es un ejemplo sencillo y lo entenderemos:

El pastor de ovejas sabe que a las ovejas hay que dirigirlas, ninguna va por su cuenta, va en el rebaño aquí o allá, y si una se pierde, no sabe volver al rebaño y por eso el pastor debe ir a su encuentro. Igualmente nos pasa a nosotros cuando nos salimos del rebaño de Jesús, es decir, cuando nos agobiamos y preocupamos, cuando la práctica de virtudes cristianas se olvida, cuando ofendemos a Dios, cuando no nos ocupamos de los demás, y miles de situaciones más. El Señor, nuestro pastor, nos llama y ​​por eso debemos estar atentos cuando rezamos, pues el Señor habla bajito. Y a través del Espíritu Santo nos infunde sabiduría, fortaleza, paz, amor, comprensión y nos guía siempre hacia el amor de la familia, los amigos, los vecinos, hacia el bien de nuestro entorno y de nuestro pensamiento.

En esta tarea maravillosa de ser una fiel oveja del Señor, ayuda mucho una buena lectura para meditar y reflexionar, y poner en práctica sus enseñanzas.

Recomiendo con decisión de THOMAS JOACHIM su libro de 2021 ENTRAR EN LA PAZ INTERIOR, Meditación sobre el salmo del Buen Pastor, Ediciones Rialp SA, colección Patmos, libros de espiritualidad.

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